Adivina adivinanza…

ADIVINANZAS:

Vengo de padres cantores
aunque yo no canto,
tengo los hábitos blancos
y amarillo el corazón.

(EL HUEVO)
…………………………………………………………
Adivina adivinador
¿Cuál es el animal que salta y salta
y la colita le falta?

(EL SAPO)

POEMA: «EL DUENDE RAÚL»

 

El duende Raúl

El duende Raúl

se viste de verde,

zapatos de ola

con cascabeles,

Pantalones rojos,

chaqueta azulada,

orejas picudas

y pelo naranja.

Le gusta la música

y toca la flauta,

vive en los sueño,

en casa de plata,

Es un personaje 

de cuento infantil

aparece siempre

para hacerte dormir.

  Mª Lourdes García Jiménez

Febrero 2004

                           

Comic: «Una nueva compañera»

Fuera prejuicios

 El cómic consta de 6 viñetas, en las que aparece como personaje principal Kathersina, una joven rumana, recién llegada a España.
Kathersina es presentada a sus nuevos compañeros, pero estos tienen prejuicios hacia ella.
Como no la aceptan, la insultan, la ponen la zancadilla, se meten con ella.
Al final la acaban aceptando y haciéndose amigos, dejando los prejuicios a un lado.
El objetivo que se pretende con este cómic es que los niños dejen a un lado los prejuicios, y acepten a las personas tal y como son, que descubran que hay gente diferente a ellos, que les pueden aportar muchas cosas positivas en su vida.

Imagen

CUENTO: «El abecedario»

Imagen

Érase una vez un hombre que había compuesto versos para el abecedario, siempre dos para cada letra, exactamente como vemos en la antigua cartilla. Decía que hacía falta algo nuevo, pues los viejos pareados estaban muy sobados, y los suyos le parecían muy bien. Por el momento, el nuevo abecedario estaba sólo en manuscrito, guardado en el gran armario-librería, junto a la vieja cartilla impresa; aquel armario que contenía tantos libros eruditos y entretenidos. Pero el viejo abecedario no quería por vecino al nuevo, y había saltado en el anaquel pegando un empellón al intruso, el cual cayó al suelo, y allí estaba ahora con todas las hojas dispersas. El viejo abecedario había vuelto hacia arriba la primera página, que era la más importante, pues en ella estaban todas las letras, grandes y pequeñas. Aquella hoja contenía todo lo que constituye la vida de los demás libros: el alfabeto, las letras que, quiérase o no, gobiernan al mundo. ¡Qué poder más terrible! Todo depende de cómo se las dispone: pueden dar la vida, pueden condenar a muerte; alegrar o entristecer. Por sí solas nada son, pero ¡puestas en fila y ordenadas!… Cuando Nuestro Señor las hace intérpretes de su pensamiento, leemos más cosas de las que nuestra mente puede contener y nos inclinamos profundamente, pero las letras son capaces de contenerlas.
 

Pues allí estaban, cara arriba. El gallo de la A mayúscula lucía sus plumas rojas, azules y verdes. Hinchaba el pecho muy ufano, pues sabía lo que significaban las letras, y era el único viviente entre ellas. Al caer al suelo el viejo abecedario, el gallo batió de alas, se subió de una volada a un borde del armario y, después de alisarse las plumas con el pico, lanzó al aire un penetrante quiquiriquí. Todos los libros del armario, que, cuando no estaban de servicio, se pasaban el día y la noche dormitando, oyeron la estridente trompeta. Y entonces el gallo se puso a discursear, en voz clara y perceptible, sobre la injusticia que acababa de cometerse con el viejo abecedario. -Por lo visto ahora ha de ser todo nuevo, todo diferente -dijo-. El progreso no puede detenerse. Los niños son tan listos, que saben leer antes de conocer las letras. «¡Hay que darles algo nuevo!», dijo el autor de los nuevos versos, que yacen esparcidos por el suelo. ¡Bien los conozco! Más de diez veces se los oí leer en alta voz. ¡Cómo gozaba el hombre! Pues no, yo defenderé los míos, los antiguos, que son tan buenos, y las ilustraciones que los acompañan. Por ellos lucharé y cantaré. Todos los libros del armario lo saben bien. Y ahora voy a leer los de nueva composición. Los leeré con toda pausa y tranquilidad, y creo que estaremos todos de acuerdo en lo malos que son.

A. Ama
Sale el ama endomingada
Por un niño ajeno honrada.

B. Barquero
Pasó penas y fatigas el barquero,
Mas ahora reposa placentero.
-Este pareado no puede ser más soso. -dijo el gallo- Pero sigo leyendo.

C. Colón
Se lanzó Colón al mar ingente,
y se ensanchó la tierra enormemente.

D. Dinamarca
De Dinamarca hay más de una saga bella,
No cargue Dios la mano sobre ella.
-Muchos encontrarán hermosos estos versos -observó el gallo- pero yo no. No les veo nada de particular. Sigamos.

E. Elefante
Con ímpetu y arrojo avanza el elefante,
de joven corazón y buen talante.

F. Follaje
Se despoja el bosque del follaje
En cuanto la tierra viste el blanco traje.

G. Gorila
Por más que traigáis gorilas a la arena,
se ven siempre tan torpes, que da pena.

H. Hurra
¡Cuántas veces, gritando en nuestra tierra,
puede un «hurra» ser causa de una guerra!
-¡Cómo va un niño a comprender estas alusiones! -protestó el gallo-. Y, sin embargo, en la portada se lee: «Abecedario para grandes y chicos». Pero los mayores tienen que hacer algo más que estarse leyendo versos en el abecedario, y los pequeños no lo entienden.
¡Esto es el colmo! Adelante!

J. Jilguero
Canta alegre en su rama el jilguero,
de vivos colores y cuerpo ligero.

L. León
En la selva, el león lanza su rugido;
verlo luego en la jaula entristecido.

M. Mañana (sol de)
Por la mañana sale el sol muy puntual,
mas no porque cante el gallo en el corral.
Ahora las emprende conmigo -exclamó el gallo-. Pero yo estoy en buena compañía, en compañía del sol. Sigamos.

N. Negro
Negro es el hombre del sol ecuatorial;
por mucho que lo laven, siempre será igual.

O. Olivo
¿Cuál es la mejor hoja, lo saben? A fe,
la del olivo de la paloma de Noé.

P. Pensador
En su mente, el pensador mueve todo el mundo,
desde lo más alto hasta lo más profundo.

Q. Queso
El queso se utiliza en la cocina,
donde con otros manjares se combina.

R. Rosa
Entre las flores, es la rosa bella
lo que en el cielo la más brillante estrella.

S. Sabiduría
Muchos creen poseer sabiduría
cuando en verdad su mollera está vacía.
-¡Permitidme que cante un poco! -dijo el gallo-. Con tanto leer se me acaban las fuerzas. He de tomar aliento -. Y se puso a cantar de tal forma, que no parecía sino una corneta de latón. Daba gusto oírlo – al gallo, entendámonos -. Adelante.

T. Tetera
La tetera tiene rango en la cocina,
pero la voz del puchero es aún más fina.

U. Urbanidad
Virtud indispensable es la urbanidad,
si no se quiere ser un ogro en sociedad.
Ahí debe haber mucho fondo -observó el gallo-, pero no doy con él, por mucho que trato de profundizar.

V. Valle de lágrimas
Valle de lágrimas es nuestra madre tierra.
A ella iremos todos, en paz o en guerra.
-¡Esto es muy crudo! -dijo el gallo.

X. Xantipa
-Aquí no ha sabido encontrar nada nuevo:
En el matrimonio hay un arrecife,
al que Sócrates da el nombre de Xantipe.
-Al final, ha tenido que contentarse con Xantipe.

Y. Ygdrasil
En el árbol de Ygdrasil los dioses nórdicos vivieron,
mas el árbol murió y ellos enmudecieron.
-Estamos casi al final -dijo el gallo-. ¡No es poco consuelo! Va el último:

Z. Zephir
En danés, el céfiro es viento de Poniente,
te hiela a través del paño más caliente.
-¡Por fin se acabó! Pero aún no estamos al cabo de la calle. Ahora viene imprimirlo. Y luego leerlo. ¡Y lo ofrecerán en sustitución de los venerables versos de mi viejo abecedario! ¿Qué dice la asamblea de libros eruditos e indoctos, monografías y manuales? ¿Qué dice la biblioteca? Yo he dicho; que hablen ahora los demás.

Los libros y el armario permanecieron quietos, mientras el gallo volvía a situarse bajo su A, muy orondo.

-He hablado bien, y cantado mejor. Esto no me lo quitará el nuevo abecedario. De seguro que fracasa. Ya ha fracasado. ¡No tiene gallo!

FIN

 

Hans Cristian Andersen

Libros para niños

(Editorial Sendero, P.R.):

Tres pajaritos sabios, 2006
Lo que le pasó a don Grillo, 2005
Flor de Moriviví, 2004
El Secreto del Múcaro, 2001
La Competencia de Patinetas, 1993.
Coquilin Ayuda a sus Amigos, 1981.
El Cuento de las Buenas Noches, 1988.
Las Jicoteas, 1985.
El Camaroncito Dormilón, 1983.
La Profecía del Coquí, 1980.
Poemas para Niños, 1979.

OTROS:

Los libros ya son diferenciados por el infante de otros objetos. En ellos se describen la realidad del mundo (sol, luna, nubes, arboles, animales, …) y se ilustran los opuestos (día-noche, sol-luna, frío-calor …). Las historias requieren explicación, los niños preguntan por qué ocurren las situaciones que se narran; por ello la narración debe ser corta, lineal, relatos de la vida cotidiana (levantarse, comer, jugar …), importan los animales (humanizados o no) y las historias sobre él, más joven o de sus parientes. Es importante la repetición y la rima. Es la etapa del aprendizaje por imitación y del desarrollo del lenguaje, cuando el infante aprende las palabras y usarlas para expresar sus ideas. Los cuentos deben tener buenas ilustraciones para sustentar las historias narradas.

 

Historieta ilustrada: La muñeca.

La muñeca. Fernanda Forgia, docente e ilustradora argentina. Una historieta para pensar en el valor de compartir.

Mirá con atención esta historieta de Fernanda. Cuando llegues al final, te darás cuenta que si aprendemos a compartir, la vida se llena de colores, igual que estos dibujos. Esperamos que esta historieta te ayude a pensar en que todo en la vida es más colorido si se comparte con quienes se ama.

Historieta ilustrada: La muñeca

Historieta ilustrada: La muñeca

Historieta ilustrada: La muñeca

Historieta ilustrada: La muñeca

Historieta ilustrada: La muñeca

Cuento…La Rana y La Garza

Imagen

En una pequeña charca, rodeada de caña brava, vivía una rana. Y digo sólo una porque a todo sapo o rana que se acercaba, lo expulsaba sin compasión:

-¡Fuera de mi charca! ¡Es mía, la encontré primero y no pienso compartirla con nadie!
Todos huían pavoridos.
Una tarde muy calurosa llegó volando a la charca un animal nunca visto por la rana. Era una garza blanca, con bellas y resplandecientes plumas. Estaba agotada por el calor, sólo pretendía tomar algo de agua y refrescarse a la sombra.
La rana insultada por aquella presencia no grata, saltó rápidamente hasta llegar ante el ave y le gritó sin cortesía alguna:
-¡Vamos, fuera de aquí! ¡Esta charca es muy chica para dos! ¡Márchate, fuera, fuera!
La garza la miró y dijo:
-Deja que me quede un rato. Estoy cansada y asi no puedo volar.
-No, vete. No comparto mi charca con nadie. No es mi problema que estes cansada.
-Tienes razón- djio la garza- la charca es muy chica para dos.
Y con un movimiento rápido atrapó a la rana con su pico y se la comió. Descansó un rato y complacida, alzó vuelo para no regresar jamás.

Fin

MORALEJA: “Puede ser muy alto el precio que ha de pagar un egoísta.”